Por Fernando Frías
Unas clases de antroposofía;
unas ponencias de bioneuroemoción;
hipnosis también, pero “de regresión”:
si no era una chorrada no valía.
Terapias, sí, pero de fantasía;
de ciencia nada, solo imaginación
y hasta un milagro, una resurrección:
también iban a hablar de homeopatía.
Y como al verlo muchos protestamos
diciendo que era todo un disparate
pensaron: “si hace falta, lo cambiamos”.
Y ahora en vez de un curso es un debate.
Que es cambio solo en nombre, si pensamos
que ya desde el principio era “de wáter”.
Nota: cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.